viernes, 4 de diciembre de 2009

Honduras: Frente a las elecciones truchas, hay que seguir la pelea por la Asamblea Constituyente

Escribe: Martín Torres

Las elecciones fueron claramente manipuladas. La abstención superó el 60%, retrasando la publicidad de los resultados más de 5 horas y obligando a Micheletti y los medios golpistas a desarrollar una campaña mentirosa para convencer al pueblo de que la participación fue muy alta. Porfirio “Pepe” Lobo, candidato golpista del Partido Nacional, resultó electo presidente. Rápidamente, el embajador norteamericano Llorens, varios países de la Unión Europea y los más poderosos empresarios del país reconocieron al vencedor, subrayando la “limpieza” de la elección. Lobo no perdió tiempo y llamó al Partido Liberal y demás dirigentes políticos a conformar un gobierno de unidad para salir de la crisis política. El caudillo nacionalista sabe muy bien que su gobierno nace muy débil y enfrentado a todo un pueblo. Por eso reclama la ayuda de todos los capitalistas.
Así se votó en Honduras: a punta de fusil

 
Rechazar la farsa electoral
Como vino sosteniendo la Resistencia y todos los luchadores de América Latina y el mundo, las elecciones del 29 de noviembre fueron absolutamente controladas por el golpe. Por lo tanto, hay que rechazarlas y desconocer sus resultados sin dudar un momento.
En los próximos días podremos ver como uno a uno los gobiernos comienzan a revisar sus antiguas declaraciones de condena al golpe, para justificar su reconocimiento al nuevo gobierno.
Como durante todo el conflicto, Obama, la ONU, los gobiernos y toda su diplomacia, muestran que sólo les interesa sostener el dominio de los grandes capitalistas, aunque sea derramando la sangre del pueblo.
Justamente por eso, el pueblo hondureño tiene que llamar a todos los países a repudiar estas elecciones y quienes peleamos en otros lugares tenemos que exigir a nuestros gobiernos que desconozcan a Lobo y no realicen ningún tipo de acuerdo comercial, político ni militar con él.
Terminar con el modelo e instalar la Constituyente
No cabe duda que este “gobierno”, nacido y defendido por el golpe, continuará con el modelo de opresión, saqueo y entrega del país, condenando a millones de hondureños al hambre y la miseria.
Tampoco puede haber confusiones sobre el lugar que debe ocupar el pueblo y la resistencia. Hay que estar en la vereda de enfrente, peleando por la cárcel a los golpistas y asesinos del pueblo, también por el salario, contra los despidos, por las condiciones de trabajo, los derechos de los pueblos originarios y las minorías sexuales, la salud y la educación. Proponiendo otro modelo de país, opuesto al de los golpistas y empresarios.
Y junto con eso, levantar más que nunca la bandera de la Asamblea Constituyente, para que sea el pueblo el que decida qué modelo de país quiere y no los capitalistas y sus partidos.
Poner en pie una alternativa política

Durante cinco meses los trabajadores y el pueblo hondureño han llevado adelante una lucha extraordinaria, histórica. Todo el país se ha modificado por la enorme fuerza social que se ha desplegado en las calles y los campos. Han sido las ambigüedades y posiciones equivocadas de Zelaya las que impidieron que las masas se alzaran con la victoria, echando a los aislados golositas.
Esta nueva etapa, presenta como imprescindible la tarea de construir una alternativa, que sea la verdadera representación política de los de abajo. Miles de luchadores, que buscan terminar con los partidos tradicionales, podrían integrar sus filas
Así de podría organizar la pelea por los cambios de fondo que necesita Honduras. Cambios que solo podrán realizarse cuando sean los trabajadores y el pueblo lo que gobiernen Honduras para llevarla al socialismo.

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