martes, 27 de octubre de 2009
Los estibadores portuarios siguen de pie
viernes, 23 de octubre de 2009
Se profundiza la lucha en MAHLE
A casi 6 meses de que la patronal alemana instalada en Rosario decidiera cerrar las puertas de la empresa, los trabajadores de MAHLE siguen dando un ejemplo de lucha y dignidad. Están cansados de todo tipo de promesas de los gobiernos nacional y provincial, que hasta el momento solo buscaron ganar tiempo para permitirle a la multinacional avanzar con sus planes de cierre y despido de la totalidad del personal. Y no es para menos, ya que al promediar el cuarto mes de lucha, más de 300 compañeros que lamentablemente no aguantaron mas, aceptaron el despido cobrando su indemnización.
Sin embargo, y a pesar de que el gobierno provincial viene declarando que ahora la compra de la fábrica es viable por la reducción de su personal, sigue sin haber novedades concretas al respecto. Sí hay negociaciones entre los capitalistas alemanes y la firma Aros Kim para una posible venta de las instalaciones y la maquinaria, pero no hay ningún compromiso concreto hasta el momento sobre la situación de los 139 compañeros que aun siguen exigiendo su reincorporación.
Es por eso que los trabajadores, junto a organizaciones sociales y con el apoyo de la izquierda, montaron un acampe frente a la plaza de la gobernación en la ciudad de Rosario, que esta transformándose en un símbolo de resistencia a los planes patronales de descargar su crisis en los trabajadores y el pueblo. Y con el impulso que significo la experiencia de Terrabusi para todos ellos decidieron, apoyándose en las organizaciones, extender con fuerza la lucha no solo en Rosario sino también a nivel nacional.
Hoy, viernes 23, se realizaron cortes simultáneos en distintos puntos de la ciudad de Rosario, entre ellos el central frente al recientemente inaugurado “Casino más grande de Latinoamérica”, propiedad del empresario kirchnerista Cristóbal López, y el corte que impulsaron los compañeros del Movimiento Estibadores Portuarios de Pie frente al puerto de la ciudad, sumando también sus propias reivindicaciones.
Los compañeros de MAHLE le exigen a los gobiernos provincial y nacional que se hagan cargo de los sueldos hasta tanto sean reincorporados y que realicen gestiones inmediatas para que cualquier venta de la fabrica se haga manteniendo la continuidad de sus puestos de trabajo.
Desde el MST, proponemos que si finalmente la firma compradora no acepta esa condición, Mahle debería ser provincializada o nacionalizada y declarada de utilidad publica para garantizar por esa vía las fuentes de trabajo de todos.
Es lamentable (aunque ya no sorprenda a nadie) el papel que vienen jugando
miércoles, 21 de octubre de 2009
Prohibir los despidos por ley
sábado, 17 de octubre de 2009
Apoyemos el acampe de los trabajadores de MAHLE
A pesar de esto, los trabajadores siguen resistiendo y exigiendo que la fábrica vuelva a producir para poder recuperar su fuente de trabajo. Es así que decidieron instalar una carpa frente a la Gobernación por tiempo indeterminado, hasta que el gobierno provincial responda a su reclamo.
miércoles, 14 de octubre de 2009
Panorama político: Cambio de escenario
La heroica lucha de Terrabusi conmocionó al país y produjo un cambio brusco de escenario. Pulverizó la ilusión óptica de que el gobierno K se había fortalecido y retomado su discurso nacional y popular. Lo colocó a la vista de todos con la policía, la UIA, los yanquis y la burocracia sindical juntos en la misma vereda. Y los conflictos sociales, el activismo combativo y la izquierda, pasaron al centro del protagonismo, mostrando que los trabajadores y el pueblo no quieren pagar la crisis. Que hace falta una nueva dirección en el movimiento obrero. Y un cambio de modelo que no puede provenir ni de la oposición de derecha que quiere más capitalismo, ni de la centroizquierda que critica pero siempre termina siendo funcional al ilusionismo kirchnerista.
Estamos ante un cambio profundo en la coyuntura nacional que trasciende el propio conflicto. Que muestra el peso de la clase obrera cuando irrumpe en escena y descalabra la arquitectura endeble de los de arriba. La fuerza con la que irrumpió esta lucha obrera, amplificada por cierto por la represión K que obró como revulsivo colectivo, cambió bruscamente la sensación térmica explicitando la verdadera realidad por la que viene transitando el país con importantes consecuencias políticas y sociales que marcarán el ritmo de la situación de aquí en adelante.
Primero: fue un nuevo y tremendo golpe al gobierno. Demostrando que la mentada “recomposición K”, agigantada por la oposición burguesa y apuntalada por una centroizquierda arrastrada por los cantos de sirena del doble discurso “progresista”, tal como lo sostuvimos desde el MST, no pasó de ser un cuarto de hora y rápidamente el gobierno quedó nuevamente a la defensiva y mostrando toda su debilidad estructural y ausencia de base social.
Segundo: Colocó al conflicto social en general y al movimiento obrero en particular en el centro de la escena. Que hay una fuerte respuesta a la crisis y al ajuste, una verdadera olla a presión que venía recorriendo el país y que estaba oculta detrás del show político de los superpoderes o la ley de medios.
Tercero: Desnudó el nefasto rol de la burocracia sindical en todas sus vertientes, que actuó en frente único y con división de tareas con el gobierno y las patronales. Pero a la vez mostró la profundidad de su crisis, ya que se destapó que no logra cumplir su rol de controlador del conflicto y que despuntan luchadores y direcciones alternativas y combativas que motorizan los conflictos.
Cuarto: Colocó de nuevo en rol protagónico a los luchadores combativos y a la izquierda, que ganaron las calles y mostraron que ese fenómeno que abrió el Argentinazo del 2001 se potencia nuevamente. Y desdibujó a la centroizquierda que no hizo nada por esta lucha y tampoco ofrece una salida verdaderamente alternativa para los trabajadores.
Quinto: Agravó la crisis de todo el régimen político, llevando zozobra al establishment, a la embajada yanqui, a la oposición burguesa. Salieron en coro a reclamar seguridad jurídica, a bramar por el derecho a la propiedad privada y a avalar la represión. Señalando que la transición ordenada por la que bregaron primero al intentar un acuerdo político que fracasó y luego apuntalando a los Kirchner, está dejando paso a la confrontación social. Que no les va a ser fácil descargar la crisis hacia abajo. Por eso están desesperadamente junto al gobierno buscando cómo cerrar la inestabilidad abierta y alejar la espada de Damocles de que crezcan las condiciones para un nuevo Argentinazo.
Fin del show nac & pop
El gobierno perdió nuevamente la iniciativa que había recuperado. La imagen que intentó reconstruir enfrentando al grupo Clarín y colocándose en falso defensor de la libertad de opinión, se derrumbó. Los desprevenidos que consumieron el nuevo verso nacional y popular, entre ellos la centroizquierda desde Sabatella a Pino Solanas, que le votaron la ley de medios tramposa, quedaron descolocados.
La represión a Terrabusi, la vuelta al FMI, el abrazo con el presidente yanqui y la patronal de Kraft, Cristina en el G20, el nuevo tarifazo, volvieron a la realidad de la crisis y a las intenciones manifiestas de que la paguen los trabajadores y el pueblo. Y la mayoría del pueblo que nunca creyó en el nuevo maquillaje de los K, como lo marcaron las encuestas donde hay récord de rechazo, aumentó su bronca y demandas de cambio.
Ahora el gobierno sale más debilitado para aplicar el ajuste que se necesita, como el que se explicita en el Presupuesto 2010 enviado al Congreso donde reserva dineros para rellenar la alicaída caja fiscal, subsidiar a las patronales y reduce brutalmente los presupuestos sociales, entre ellos el de salud en tiempos de epidemia. Urgentemente ha salido a poner paños fríos intentando una negociación en Terrabusi, porque la fuerza de la lucha empezó a torcer el curso de un conflicto testigo. Necesita calmar las aguas y cerrar el curso imprevisible de esta nueva coyuntura abierta.
Los conflictos ganan la calle
Terrabusi expresa un salto de calidad en la conflictividad obrera, señalando que los trabajadores y el pueblo no quieren pagar la crisis. La combinación de ser una multinacional yanqui, la segunda empresa del país con 2.700 trabajadores, ser conducida por sectores de izquierda y haber sufrido la represión más explícita y brutal a una huelga obrera por parte de los K, la transformó en un conflicto testigo, para el conjunto del movimiento obrero de cómo enfrentar los despidos. Y también para el conjunto de los que están luchando que se tonifican. Para decenas de fábricas que resisten despidos y suspensiones.
Sale a la luz todo un proceso de luchas que se venía dando. Se empezó a percibir una sensación de conflicto general, cortes, piquetes y marchas. Sólo en cuatro días, como respuesta a la represión, se registraron 81 cortes de calles y rutas, el 80% de los ocurridos en setiembre, que fue el mes récord en dos décadas en movilizaciones callejeras. Ahora los cortes ocupan titulares de la prensa, pero hay contabilizados 2.050 en el año (informe CENM). Un indicador del descontento social, ya que sólo fue superado con la efervescencia del 2002 y por los cortes chacareros del año pasado.
Hoy más de 1,5 millones de trabajadores están en conflicto. No sólo por aumentos, sino contra el ajuste provincial que llevó a no pago o desdoblamiento de salarios y/o aguinaldos, como en Neuquén, Jujuy y Tierra del Fuego. Anticipando una dinámica que puede repetirse en otras provincias. Hay luchas de la salud con conflictos en 8 provincias, con los autoconvocados de la salud de Tucumán que llevan más de dos meses peleando a la cabeza. Arrancaron los paros estatales en Buenos Aires. Vuelven las luchas con desborde, fenómenos de autoorganización y movilizaciones masivas. Los docentes están en conflicto en más de 10 provincias. Y el subte redobla su reclamo de reconocimiento del nuevo sindicato.
También reclaman otros sectores, los estudiantes del Nacional Buenos Aires toman el colegio contra el autoritarismo y en los barrios se prepara la pelea contra el nuevo tarifazo, en medio de numerosas protestas por el clima de miseria e injusticia que se vive. Y los piqueteros protagonizan nuevamente reclamos por ayuda social.
No pocos plumíferos de la prensa burguesa editorializan preocupados ante una conflictividad que estiman similar a la del 2002.
Protagonismo del activismo y la izquierda
Primero con el subte y ahora con toda la fuerza de los obreros de Terrabusi se coloca nuevamente la realidad del activismo combativo, los desbordes a la burocracia y la tendencia a la autodeterminación en la protesta social. La izquierda y las direcciones comba-tivas son otra vez protagonistas. Mostrando un tremendo activismo joven y radicaliza-do, un proceso que ya estaba detrás de huelgas que se venían dando. Camadas nuevas de luchadores que ayer se vieron en el Casino, Dana, General Motors, Paraná Metal, docentes de Salta, Santa Cruz, petroleros y hoy motoriza los autoconvocados de Tucumán, el subte y decenas de conflictos a lo largo y a lo ancho del país. Activismo que es la materia prima de una nueva dirección tanto en los gremios de la CGT como de la CTA (ver nota en página 11).
Por eso, pese a que no lograron un pacto social, la patronal, la burocracia y el gobierno, más allá de sus peleas en las alturas, se unen y dividen tareas para tratar de frenar este proceso y barrer a los activistas y nuevos dirigentes combativos y de izquierda.
Es más que ilustrativa la zozobra de los popes de la patronal y el imperialismo: “Tomar plantas no es razonable, hay que desideologizar el conflicto laboral para que aumenten las inversiones…” (presidente de Edenor); “No se acatan conciliaciones, los delegados tienen fueros, aparecen los activistas…” (vicepresidente de COPAL); “Esperamos que el desalojo se convierta en un leading case para disuadir futuras tomas de fábricas” (tesorero de la UIA).
El diario La Nación ya editorializó varias veces contra “la izquierda sindical” y citó al presidente de un grupo empresario europeo: “Los sindicatos fuera de control son peores que los que ya conocemos… es la primera muestra del desorden social que se viene... Se viene una etapa de enfrenta-mientos más violentos”, coincidiendo con el presidente de la Shell, que aseveró que Terrabusi “no es un caso aislado”. También el diario Clarín ha editorializado contra esa gran lucha obrera.
No es para menos. Saben que en la raíz de estas peleas hay miles de protagonistas que maduran y descreen del gobierno y de la oposición burguesa, que no se conforman con las medias tintas de la centroizquierda, y que empiezan a buscar en la izquierda no solamente el apoyo a la lucha sino respuestas de fondo para el cambio que nuestro país está necesitando con urgencia.
Los desafíos para los luchadores
La nueva realidad y la perspectiva que muestra una dinámica hacia mayor crisis en las alturas y nuevos y mayores enfrentamientos contra el gobierno y su política de ajuste, colocan necesidades y tareas para los luchadores y la izquierda.
En primer lugar, redoblar el apoyo a Terrabusi para que se gane. Incrementando la solidaridad con el fondo de huelga y todo lo que resuelvan los trabajadores. Llevando esta lucha a todos los lugares y exigiendo a la CGT y a la CTA un paro general y un plan de lucha. Por Terrabusi y por las demás luchas en curso.
En segundo lugar, peleando por imponer un plan obrero y popular de emergencia para que la crisis la paguen los capitalistas. Que, entre otros puntos, contemple: la prohibición por ley de los despidos y suspensiones con la estatización con control obrero de toda empresa que no cumpla; un aumento general de salarios, jubilaciones al 82% y planes sociales y su actualización automática acorde al aumento real del costo de vida: la anulación del tarifazo de la luz y el gas y la reestatización de las privatizadas bajo gestión de trabajadores y usuarios; la anulación del IVA, impuestos progresivos a los ricos y control popular de precios; ruptura con el FMI y demàs usureros para volcar los recursos de la deuda a las necesidades obreras y populares. Y la convocatoria a elecciones para una Asamblea Constituyente, para que sea el pueblo el que decida democráticamente el rumbo del país y no los «diálogos» y enjuagues de trastienda del gobierno y la oposición.
En tercer lugar, fortaleciendo a los nuevos luchadores y nuevas direcciones combativas para consolidar lo conquistado y ganarle nuevo terreno a la burocracia. Practicando a ultranza la democracia obrera, construyendo un modelo sindical donde la base decida y sentando las bases para una nueva dirección democrática y combativa para el movimiento obrero.
En cuarto lugar se coloca la necesidad de poner en pie una nueva alternativa política, de izquierda anticapitalista, amplia y unitaria, que promueva un nuevo modelo de país, un modelo socialista como señalamos en la editorial.
La lucha de los obreros de Terrabusi deja una clara lección, reconocida por el absurdo, por supuesto, por el enemigo de clase: en las horas decisivas sólo la izquierda se coloca a la altura de las circunstancias para apoyar a los trabajadores. Y, como lo venimos postulando desde el MST, también para avanzar las soluciones que hacen falta para lograr un cambio estructural en el país.
jueves, 8 de octubre de 2009
Elecciones municipales: fuerte desgaste de las opciones tradicionales
En el marco de una floja elección, el Frente Progresista del PS y la UCR se impuso al PJ en las ciudades más importantes. La izquierda creció en todos los municipios donde se presentó.
Por el lado del Frente Progresista, que en algunas ciudades era encabezado por el PS y en otras por la UCR, si bien se impuso en las ciudades fundamentales quedó muy lejos de los números del 2007, cuando Binner ganaba por primera vez la gobernación y aparecía como la renovación política luego de más de 20 años de corruptos gobiernos peronistas.
Fue en Rosario, donde el PS, a pesar de ganar, retrocedió en más de 25 puntos, reflejándose de esta manera el hastío de la población con una gestión de 17 años de discurso progresista, pero que significó pobreza extrema para la mayoría de sus habitantes y grandes negocios inmobiliarios para unos pocos. Incluso hubo aquí un fuerte retroceso del PJ, encabezado por el kirchnerismo, de casi 8 puntos. Esto fue capitalizado por distintas listas, por derecha (UCR disidente y PRO) y por izquierda Proyecto Sur, obteniendo todas ellas representación en el Concejo Deliberante. Aunque sin transformarse en alternativa, fue buena y en crecimiento la elección de la izquierda (MST y PO), no así la del PTS que retrocedió a menos de la mitad de sus votos.
En la ciudad de Santa Fe se impuso cómodamente el Frente Progresista, en este caso encabezado por la UCR, que lleva apenas un año de gestión en la ciudad. Pero el hecho más significativo fue el desplome del reutemismo, que quedó en un lejano tercer lugar y con escasa representación en el Concejo local. Acá el MST creció en relación a las elecciones pasadas.
En Villa Gobernador Gálvez, tercera ciudad de la provincia, participamos en unidad con compañeros trabajadores de la Agrupación 2 de Septiembre. Logramos sacar más del triple de los votos obtenidos en las últimas elecciones, alcanzando el 2,5%.
En Rufino, ciudad del sur provincial, hicimos una excelente elección. Aquí también duplicamos nuestros votos, obteniendo un porcentaje del 3,5%. En esta ciudad quedamos a escasos 50 votos de ganarle a la UCR.
En Funes, pequeña localidad cercana a Rosario, sacamos el 3% de los votos creciendo mucho en relación a las pasadas elecciones.
Es evidente que poco a poco se abre un espacio para empezar a discutir un nuevo proyecto de provincia y de país. Ahora tenemos el desafío de seguir construyendo entre todos una alternativa unitaria de la izquierda y los sectores populares para darle una perspectiva política verdaderamente socialista a las luchas en curso en nuestra provincia. Te invitamos a sumarte al MST para encarar juntos esos objetivos.
Honduras: Negocian en perjuicio del pueblo
El golpe, absolutamente aislado y minoritario, jugó sus cartas a la represión. Para eso emitió un decreto suspendiendo todas las garantías democráticas por 45 días. El objetivo era sacar al pueblo de las calles, forzando una negociación en mejores condiciones para su retirada. Las ambigüedades políticas de Zelaya, en parte le han permitido lograrlo.
Zelaya, que durante todo este tiempo mezcló estridentes llamados a la insurrección con muestras de expectativas en la acción diplomática de EE.UU.,
Tras la caída del decreto y convencidos de que la tensa calma no durará mucho, los gobiernos se mueven desesperadamente para tratar de encontrar la salida a la crisis política. Una salida, por supuesto, que debilite el proceso de movilización popular.
La solidaridad internacional de los pueblos es el único aliado de la resistencia hondureña.
100 días de intransigente resistencia popular
Incluso bajo toques de queda y estados de sitio, los trabajadores, jóvenes y sectores populares se han mantenido movilizados.
La última movilización multitudinaria, el 15 de septiembre, mostró en toda su magnitud la fuerza de las masas en la calle, al mismo tiempo que desnudaba la completa debilidad del régimen golpista.
Los saqueos a supermercados, simultáneos a las batallas contra la represión en los barrios populares, iban preparando el escenario de una explosión social. Eso hubiera significado el seguro fin del golpe, pero sobre todo el inicio de una insurrección de las masas hondureñas que podía darle un golpe durísimo a los oligarcas y capitalistas, posibilitando cambios históricos en el país, afectando seguramente la región.
El decreto de Micheletti, última bala antes del fin
Habiéndose visto en todo el país la manifiesta debilidad de su régimen, Micheletti, se juega todo por el todo y lanza un decreto suspendiendo las garantías democráticas por 45 días.
Ya estaba visto que no había forma de detener la resistencia, que con el retorno de Zelaya se había fortalecido. La estrategia del desgaste había sido destruida por la lucha del pueblo. El mismo resultado estaba teniendo el plan de canalizar todo hacia unas elecciones manipuladas, ya que todo el país se concentraba en la resolución política de la crisis y no en las elecciones.
Con esta medida, los golpistas apostaron a sacar de las calles a la población, y si lo lograban, abrir nuevamente las negociaciones para lograr una mejor retirada.
Pero, además de no poder detener completamente la resistencia, el decreto suspendió la campaña electoral, generando divisiones entre los sectores golpistas.
Al estar en un contexto de retroceso claro, el golpe terminó bloqueando la única política con la que espera, al menos trabar el proceso de cambios y lucha popular. Y con ello aumentó su debilidad.
Si el decreto era derribado por la movilización, el golpe hubiera quedado en el aire.
Lamentablemente no hubo en la resistencia decisión política de organizar el enfrentamiento final a los golpistas, desaprovechando su momento de mayor debilidad.
Con ello se le ha permitido al régimen de Micheletti derogar el decreto para sentarse a negociar en una situación de menor debilidad.
Zelaya negocia y resigna
Desde
Ha llamado al pueblo a la insurrección –últimamente, desde
Esta dualidad de planteos, siempre concluida con la aceptación de los planes estadounidenses para salir del conflicto, contribuyó a confundir políticamente a amplios sectores de la resistencia, constituyendo, tristemente, una ventaja para los golpistas.
Esta manera de actuar se mantuvo aún después del retorno de Zelaya a Tegucigalpa, que paradójicamente, demostraba el fracaso de la política de los gobiernos,
Días antes de las nuevas rondas de negociación, trascendió la decisión de Zelaya de abandonar la convocatoria a
Sectores de la resistencia han dicho que no aceptarán dejar en el camino esta lucha, que es incluso la razón del golpe.
No se puede certificar cuál será el resultado final, ya que con la caída del decreto, la movilización volverá a ganar las calles. Pero es evidente que el proyecto de Zelaya manifiesta muy serias limitaciones, que el pueblo deberá superar si de verdad espera lograr los cambios que necesita el país.
Organizar la “Avanzada Final” y derrotar a los golpistas
En más de 100 días, los sectores políticos y empresarios que organizaron y financiaron el golpe, han demostrado que su objetivo es mantener las cosas como están, para garantizarle los negocios a las multinacionales extranjeras y a los capitalistas locales.
No pasa un día sin que repitan que hay que sacar a los comunistas del país, que hay que defender la propiedad de los empresarios, que la constitución no se tiene que tocar.
Aún con la enorme campaña mediática desplegada, no han logrado convencer a sectores importantes de la población hondureña. Su único sostén son las FF.AA. y algunos créditos del FMI, que ya están acabándose.
En lugar de aceptar negociaciones con la sangre del pueblo derramándose en las calles, Zelaya debe organizar la movilización para derrotar a los golpistas.
Es urgente aprovechar la caída del decreto represivo para convocar a la movilización de toda la población del país, a bloquear todas las carreteras, detener los puertos, las fábricas, la administración central, los hospitales y escuelas.
No es posible continuar luchando contra los fusiles del ejército, sin organizar la respuesta a esa represión, con las medidas de autodefensa necesarias para ello.
Los golpistas son minoritarios y débiles, el pueblo tiene la decisión y la fuerza.
¡Ninguna negociación con los asesinos!
¡Hay que poner en marcha la “Avanzada Final” y aplastarlos de una vez!
Mantener la solidaridad y reclamar movilización continental urgente
La realidad política del continente americano se va polarizando paulatinamente.
El proceso revolucionario, encabezado por los pueblos de Venezuela, Bolivia y Ecuador, pero con manifestaciones en las luchas de todos los países, se presenta como un complica-dísimo obstáculo para los intereses del imperialismo y los capitalistas de la zona.
El golpe de Honduras, como las acciones separatistas de
Estas razones terminan ubicando como importante el resultado de la pelea contra el golpe de Micheletti. Estamos seguros que mientras peores sean los resultados de estos “ensayos”, complicados estarán los planes imperialistas.
Por eso, es imprescindible mantener la solidaridad internacional, haciendo movili-zaciones, actos, concentraciones, festivales, juntando firmas de pronunciamientos, etc. También haciendo charlas y debates para publicitar la verdad de la lucha hondureña y sumar nuevos adeptos a ella.
Junto con eso, es urgente que Chávez, Castro, Evo, Correa, los dirigentes del FSLN (Nicaragua) y los del FMLN (El Salvador) pasen de las declaraciones a los hechos. Debe hacerlo el propio Lula cuya embajada está sitiada por el ejército golpista.
Tienen que convocar a una Movilización Continental Contra el Golpe y por
Estamos seguros de que millones saldrían a las calles en toda nuestra América Latina, dejando contra las cuerdas al golpista Micheletti y a su régimen asesino.