lunes, 11 de enero de 2010

Crisis del BCRA: Los K se arrodillan ante el imperialismo


El legislador Marcelo Parrilli junto MST en el "candandazo " frente al BCRA
El gobierno anunció la creación del “Fondo del Bicentenario para el Desendeudamiento y la Estabilidad”. Es para pagarle más de 6.500 millones de dólares a los buitres externos. Una vez más dejan de atender los reclamos de los trabajadores y sectores populares del país, para pagarle a los usureros. Es de un cinismo sin límites que de cara al 2010, año del Bicentenario de la Independencia, los Kirchner se arrodillen así ante los acreedores. No habría que pagar ni un peso de la deuda y destinar esos recursos a satisfacer las necesidades sociales.


En muchos hogares argentinos se preguntan si podrán poner en la mesa de fin de año una comida mejor o comprar algún regalito para los pibes, porque varios gobiernos provinciales amenazan con que no hay plata para el aguinaldo y los sueldos, y que hasta tendrían que emitir “patacones” para poder pagar. Numerosos gremios salen a reclamar aumentos salariales y los desocupados luchan por trabajo genuino o que al menos no se caigan los planes y haya algún aumento. Esto refleja un panorama nacional donde el impacto de la crisis capitalista mundial ha profundizado la pobreza, la miseria y la desigualdad social, con incremento de la desocupación y reducción de salarios por la vía de las suspensiones. Como línea general, el gobierno nacional y sus socios provinciales han salido al cruce de los reclamos con el argumento de que “la crisis es grave”, que “ha pegado fuerte”, que las provincias y el Estado nacional están “en “déficit presupuestario” y que por lo tanto “de aumentos de sueldo, ni hablar”. Por otra parte, desde hace ya varios meses se sabe que al menos 15 provincias tienen sus cuentas en rojo y por ende dificultades para pagar los salarios de sus trabajadores. Entre ellas están nada menos que Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza que son las más pobladas. Esto refleja la gravedad de los problemas económicos del país.
Por eso resulta una burla total que el gobierno de Cristina haya salido a anunciar con bombos y platillos, como si se tratara de una medida progresiva o favorable para el país, que creará este Fondo del Bicentenario. Llaman “desendeudamiento” a pagar una deuda externa fraudulenta. Y llaman “estabilidad” al ajuste antipopular que significa destinar 6.569 millones de dólares de las reservas del Banco Central (el 37% del total) a pagarles a los bonistas extranjeros.
En realidad, con esta medida se les va a pagar deuda trucha a los grandes fondos buitres que vienen apretando a la Argentina desde hace años, cuando quedaron por fuera del canje y ahora cobrarían al contado gracias a los oficios de los Kirchner. Pretenden hacernos creer que mediante estos pagos preventivos el país estaría en mejores condiciones para el 2010, que seríamos “un país confiable” y que la calificación subiría, lo que potencialmente atraería inversores y créditos más baratos. ¡Son todas mentiras! Lo que hacen es cumplir con las órdenes de la embajadora yanqui, que exigió “seguridad jurídica”. Hipotecan aún más el futuro del país, usando reservas genuinas que son el ahorro de todos los argentinos para pagarles a los usureros internacionales.
Quieren pagar la deuda con el hambre del pueblo
Que utilicen reservas para “honrar” una deuda ilegítima es ya de por sí grave. Que además quieran encubrirlo con doble discurso como una medida progresiva es una estafa política. Pero denominar Fondo del Bicentenario, justo en el 200º aniversario de la independencia nacional, a una medida tan de derecha y que reforzará la dependencia del imperialismo es directamente una ofensa a la dignidad de los trabajadores y el pueblo y a la soberanía del país. Con los 6.569 millones de dólares de este vergonzoso Fondo se podrían atender muchos reclamos internos. Por ejemplo, construir 260.000 viviendas populares, a un costo de 25 mil dólares cada una, lo que además generaría 700.000 mil puestos de trabajo en la construcción y las industrias conexas. Esto solucionaría, aunque sea en parte, el reclamo que hoy están haciendo los desocupados. Repudiamos esta medida del gobierno K y llamamos a luchas contra ella. Sostenemos que no hay que pagar ni un peso, ni un dólar de esa deuda mentirosa, y hay que usar ese dinero para atender la deuda interna, asegurando los salarios de los trabajadores en todas las provincias y dando respuesta a las necesidades sociales.

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